miércoles, 13 de mayo de 2009

...SE EQUIVOCÓ LA PALOMA...

Que rudos y que ásperos los contornos de la última nube.

Golpeó mis alas con tremenda brutalidad. Como decidiendo

mi lugar en el cielo.




De pronto, el sol no aparece.



Hay dos clases de miedo. El que sientes y no sabes porque,

y el miedo a saber que ya no hay temor a nada.

Los inmorales dicen que no es momento de amor,

No es temporada de arrumaco. Y yo quiero tenerte a mí

lado, y mal gastar mi boca…




Los elegidos han tomado por sorpresa. La voluntad

está gacha y temblorosa. No hay pa´el vino ni pa´la cuarta

de serrano.

Todos miran desconfiados.




Tal parece que se ha equivocado La Paloma…

la flor, y toda la maceta.



¡Pero que descaro! ¡Atreverse a posar la mariposa!

¡No se desentona con la pena y la tragedia!

¡Eso es de insensatos!




¿Pues que coños se le va a hacer?

Si ante la piel no se escuchan los tropiezos

de una débil y mal aconsejada oreja.

La mano simplemente se apodera del

resto. Lo que haga mi nariz pegada

a tu espalda es cosa de ella.

Y esos húmedos besables , no han de ser desamparados.




Soportable y eso a medias, ya por la

distancia, ya por las tendencias,

pero al párpado cerrado no hay problema

de renta con semejante imaginación mía.

Hoy todo se vuelca en pesimismo. No hay perdón

para los aperdonadores. Lo fatal está de moda.

Ve tu a saber con que lengua recorres

la piel de una prestada. Que gustos los tuyos

de coleccionar bostezos.



Es invierno en el resto de la gente.



En el jardín se aparean

se muerden y se tuercen

se reconocen…

seguramente se ha equivocado La Paloma

la flor y toda la maceta.



Escrito por Erika Molina Prado

3 comentarios:

  1. aveces me pierdo en tus escrito.. en el sentido bello de la palabra perdido.. me amarran y mucho

    un gusto siempre visitarte y leerte sobre todo

    saludos fraternos
    con mucho cariño
    un abrazo inmenso

    besos

    ResponderEliminar
  2. Supongo que ese es el objetivo, que nos perdamos mientras los leemos.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por leer, a los dos. Adolfo y Francisco Javier...

    Mi cariño para ustedes.

    ResponderEliminar