Yo no escribo.Yo hablo de mi.De la incertidumbre en el filo, solo que la orilla está a miles de kilómetros del suelo.Siempre me ha gustado pensar que un riesgo que valga la pena debe tener al menos un salto mortal.Un par de giros... eso es para principiantes.Yo no doy...yo apuesto.
La última vez que un despistado me arrastro a sus andanzas, quedé boca arriba.A penas entendía que eso de las confiancitas, no es para los igualados.Que tarde o temprano van a sacar el cobre.Está en sus genes.Son potencialmente INCOMPLETOS.
Ahora, busco algo más elemental.Un poco de nivel.Esta vez,voy a ser muy selectiva.Nada de hacer favores.Es que soy sentimental...
Muchas veces, por mas que trato de ordenar las prioridades, me da por atender las emociones.Está en mi naturaleza, carajo.Además,queda resuelto y lo justifico.Soy mujer.
¿Un semental...? No.¿Para qué...? Ya tenemos resuelto eso de la...continuidad.Yo espero que al menos resista.Mi elección se hizo básicamente obedeciendo el instinto.Era lo mas confiable en esos momentos.Así que más vale que perdure.Porque la voy a necesitar.
Que contradicción.Si es tan importante y llevo tantísimos años arrojándola por el servicio.Mi sangre no me pertenece.Nada de mi estuche.Todo lo que llevo es prestado.A propósito de reciclar.Estas son las cosas que me joden y no la necia y tan prostituida pluma de los idiotas.Esos ya quisieran.
Que encantadora, que fraternal y que valiente.Nada de eso.Usted no me conoce.Va por ahí tanteando, pero nada sabe de mi.Yo ni siquiera me comprometo a confirmar mis palabras.Soy voluble, sudable, y vivible.No se me da la cháchara literaria, pero lo que escribo seguro que lleva mucha honestidad.Será por eso que alguien se ha descompuesto ante el abuso del vocabulario, de mi parte.De mi parte que se meta un cuete por el culo.
Eso si, me preocupa más, que en la última formateada me quedé sin corrector ortográfico.Uno no puede andar por la vida cometiendo ese tipo de bestialidad.Otras si.Muchas.No unas cuantas,porque de eso se trata.
Entonces, y como iba diciendo.Yo no escribo.Ya va eso para los que pretendan hallar un futuro en mí.Los dejaré en ridículo antes de que pronuncien bien mi nombre.No me van los protocolos.Yo no bajo la cabeza, a menos que el tamaño, valga mucho la pena.
Desde la trinchera...SIN PENA NI GLORIA
Hace 27 minutos
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Me gusta como nos entregas tus escritos, son la esencia del ser.. eso es muy bueno..
ResponderEliminarVisitarte siempre marca antes de partir...
Un abrazo
Con mis
Saludos fraternos..
La literatura no es, en absoluto una finalidad en sí misma, como no lo es el arte ni ninguna otra forma histriónica del quehacer de hombre.
ResponderEliminarPrimum vivere.
La literatura es un método para aclarar y ordenar el pensamiento. Atendiendo a la razón, y en el mejor de los casos, no parece que pueda ser otra cosa.
En el mundo antiguo, los que escribían eran hombres despiertos cuya actividad estaba muy alejada de las letras, eran abogados, sacerdotes, incluso filósofos o militares, alguno de ellos practicó la esgrima con cierta habilidad, quiero decir que fue diestro en el uso del florete. Probablemente tomaron la pluma para complacer a sus amistades o para obtener alguna reputación en su comunidad. El escribiente tenía poca confianza en que alguien le admirara por haber emborronado unas cuantas páginas, escribía por placer. A veces puro onanismo.
Hoy, sin embargo, el hombre escribe para ser leído y la literatura se produce como finalidad. ¡¡Horror, hoy existe el escritor!!
Estoy convencido que el resultado del cambio ha sido infausto, luctuoso, ominoso, funesto, en fin, una calamidad y una desgracia.
Y, a pesar de toda esta calamidad, el escritor continúa escribiendo y malviviendo, pues los que viven gracias a su pluma se podrían contar con los dedos de una oreja.
En la actualidad, la literatura es un tóxico, es el veneno de la sociedad. La literatura produce infelicidad y dolor.
Excluyo cuatro o cinco versos de la Divina Comedia de Dante Alighieri y muy poquita cosa más.
Estos textos actuales que han sido escritos con la única finalidad de ser leídos son solo una forma enajenada de la vanidad, son portentosamente cínicos, -Ay si me oyera el pobre Diógenes- son asombrosamente sensibleros, indignantemente patológicos y no contienen idea alguna, solo tristes eriales de palabras.
No quiero ofender a ningún artesano de la palabra -me perdonen las Musas-, sólo me reafirmo en mi vulgaridad y en mi materialismo pues de ellos no me puedo escapar aunque Rilke lance su mirada desde Duino, Baudelaire excave en el vacío y Rimbaud baje al infierno para insultar a la belleza.
Francesc Cornadó
Muchas Gracias por pasar, Adolfo.Siempre es un gusto saber de ti.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo...
Francesc Cornadó le agradezco su visita.Sus palabras son muy interesantes, también se lo agradezco.
ResponderEliminarsaludos