miércoles, 15 de julio de 2009

LA PARED

Tengo en mis manos el frío
que dejó escapar
la última rayita de mi lápiz.
Se coló por mis pestañas y
durante unos minutos
me convencí de su futuro.

Volví a estrellarme con tu muro proyecto del acero.

Me debes más de una noche
de pronombres personales,
gramática veloz y verbos irregulares.

“Cuando quieras”

Ahora que,
si lo deseas,
podemos improvisarnos.
Podemos salpicar de improperios,
falsedades y momentos obscenos,
todo ,
antes que decir...te extraño.


No quiero saber si me liquidaste en ese cuaderno.

Aquí estoy.


Ahora puedes venir y sentenciarme.

Puedes proponer,
disponer
y hasta convertirme.

Atarme,
dividirme,
y
disolverme.


Pero queda
absolutamente establecido…que
no

puedes

prohibirme.

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