miércoles, 27 de mayo de 2009

A las soportables dudas...

Están cerca del desaparecido. Es como una leyenda perdida y ausencia de amor no es ausencia de sentimiento. El presente. Como sucediendo al caos, me tambaleó un poco.



Esta guerra la salvó el mismo abuso.



Dí conmigo, después de que las hormigas reclamaran su lugar en el hueco del árbol.

No tenía más remedio que oscurecer. Así soy cuando la herida.

Pero no me arrepiento. Bueno, un poco.

Todos llevamos varios monstruos dentro,

les permitimos, les provocamos, les proveemos

por que la mitad del tiempo nos rescatan



Yo, solo voy a intentar violentar tu seguridad,

por que en ella encuentro amenaza y competencia

por que no hay entrega verdadera

si no hay renuncia.



Hasta hoy, no pedí lo sublime. Que llegó.

De pronto soy día y medio. No mitades, no fracciones.

Entonces sí quiero que me traspases.



En el fondo no en el filito, justo cuando venía de caída.

Apareció.


Me reconoció.

Besó mis ideas y también susurró en mí oído.

Las mismas manos mías pero en las suyas

vuelan serenas.

Un quedito.

A penas

dulce

apenas

despacito.



Tengo un Rey de proporciones.

La posibilidad y la probabilidad.



Dí contigo después de que las hormigas reclamaran su hueco en el árbol.

No tenía más remedio que resucitar. Así soy cuando la vida.


Escrito por Erika Molina Prado




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